2 de Febrero – Iemanjá (Imágenes)


Lubenica Luar

Lubenica Luar

Nuestra fotógrafa se dio una vueltita por la playa y nos envió una selección de Imágenes.

/»…de ola del mar que el viento trae, trae la espuma en la ola y al llegar, sol y azul del verde mar, de la flor en tu día Iemanjá…»/

2 de febrero de 2015, playa Ramirez, Montevideo

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Lubenica Luar

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Pèrez que anda… (El tipo de la ventana)


Mateo Cabral  "El tipo de la ventana"

Mateo Cabral
«El tipo de la ventana»

Pèrez que anda…

Don Antonio, con su pachorra, despachaba tranquilazo a los clientes.
En su almacén convivían alegremente los fiambres, las lechugas , verduras papas y frutas, con el querosene, ollas de aluminio y latas de corned beef.
No era época de bolsas de “naylon” sino que todo iba igualito envasado en papel de “estraza”.
A éso ahora para darle un nombre con glamour lo llaman “papel madera”.
Encandilaba con su destreza al envolver azúcar, yerba y rodajas de mortadela con el mismo estilo: como un caramelo “candel”: en forma cilíndrica y dos hermosos moños en las puntas.
Era tal su habilidad que, en el aire ,cazaba las hojas de papel y las convertía en casi, casi ,paquetes para regalo, claro que sin corazoncitos ni moñitas, y biodegradable.
En el barrio no se andaba correteando bolsas, ni otros deshechos.
Las veredas eran veredas de verdad, y las calles para andar suave en bicicleta, conviviendo con el paso de los perros vecinos y algún que otro auto muy de vez en cuando.
Las calles en aquél entonces te permitían saltar a “la cuerda” de uno en uno y hasta diez” , los monopatines corrían en la bajada, y lo mismo los “karting” hechos con madera y rulemanes , -si hasta dirección tenían-.
La plaza era cancha para pibes y para adultos, era lugar de reunión y de congoja, era un lugar público y a la vez privado, porque era nuestra.
A que viene esta añoranza dirán uds? Qué le dió a este pícaro viejo por recordar tiempos lejanos?
Eso: que estoy más viejo que el día que nací, y aún algo menos que el día que me vaya.
Por este “si acaso”, la vida siempre me da sorpresas: de las grandes y las otras las cotidianas.
Tan de todos los días como el perejil.
Don Antonio luego de despacharte, además de la yapa a la que no era muy afecto, te obsequiaba con un hermoso ramo de perejil. Puede decirse que te obligaba a llevarlo…Un buen ,verde, brillante y aromático perejil.
Entonces a eso vamos…mis recuerdos se dispararon así como un flash , cuando atónito veo la noticia en el diario -allí en el kiosko de la esquina- “¡Un ramito de perejil cuesta 150 pesos en el Mercado Modelo!
El casi despreciado, ése que quedaba mustio en los cajones , el que se regalaba pasó ahora a cotizar en bolsa!
Fue el único titular que leí. Me senté en mi balcón y prendí la radio : ¡Un ramito de perejil cuesta 150 pesos en el Mercado Modelo!-repetía el periodista de noticias-
Me cansé.
Bajé , fui hacia la rambla despacito , murmurando …la pucha que sí soy gil, ponerte así por un simple,simpático y oloroso condimento…estás viejo Mateo…

Mateo Cabral

(El tipo de la ventana)

pejeril

En la red de un amor


Crua Chan

Ella, sentada a los pies de la cama, con sus manos en las rodillas, lo esperaba como cada día, misma hora, mismo lugar. El, ingresaba en la habitación quitándose el sobretodo gris. Llevaba el rostro mojado por la lluvia, los ojos por la vida. Ella hundía su dedo anular de la mano derecha en la media de red. El se sentó a su lado, suspiró para inundar el alma de recuerdos y dijo:

-Hoy pasó de todo en la oficina, ¿recordás el nuevo?, bueno, hoy casi incendia todo. Lo mandaron hacer café, colocó la jarra sin poner agua en ella, a los diez minutos era todo una nube de  humo, ¡pobre! No sabía donde meterse. Pasé por la universidad a ver a Erika, como ha crecido nuestra niña, se sorprendió al verme, estaba con el chico ese, no me parece tan malo ahora que ya ha pasado el tiempo…

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El tipo de la ventana. (Presentación)


Me llamo Mateo Cabral.
Miro Montevideo desde adentro.
Me asomo todos los días desde mi balcón y tomo notas.
Escribo.
Que es mucho más que lo que hacen muchos.
Soy Mateo para los amigos
Y también porque nó , para los que no me quieren tanto.
Si, tengo nombre un poquito antiguo.
Gracias a mis padres que supieron hacerse el amor, en la misma calle homónima
Son Cabral de apellido y como ponerle a su primer vástago fruto de una pasión prohibida?
Eso. Mateo.
Suena a calle empedrada.
Es decir- Mateo- y empezas a acordarte de los farolitos de antaño.
O de aquellos carros que paseaban los turistas por el prado.
Es nombre de luces tenues en rincones escondidos.
Es apellido de hombres machos y cabríos.
Juntos , casi casi suenan a poesía alcoholizada.
De a uno probas a decirlo muchas veces y siempre te da sorpresas.
Mateo. Mateo. Casi el repique de un tambor.
Cabral …y saboreas una caña de madrugada, o un buen cimarrón.
Nada de proselitismo. Ni político, ni patriótico, ni de marketing
Simplemente me presento: Yo Mateo Cabral
El tipo de la ventana.

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